viernes, 7 de febrero de 2020

La lectura como búsqueda de significado a reconstruir


Hemos partido de la aventura de la búsqueda de conocimiento como la que mueve a cualquier persona a realizar algunas cosas para encontrar lo que necesita. Hemos ejemplificado esto con la tarea del científico, aplicando a su explicación la indagación sobre una parte de la realidad, a partir del asombro que le provoca, de las sospechas que tiene sobre sus regularidades o de las causas no visibles entre los fenómenos. Pero también, es cierto, esto no solamente forma parte de las búsquedas implicadas por la ciencia. Es una cuestión que se involucra en cada momento de nuestra vida, cada vez que queremos saber una parte de cierta información que llega a nosotros de forma incompleta. Y, si falta el quién, lo buscamos: lo preguntamos. Si falta el lugar donde sucedió aquello de lo que nos enteramos, lo preguntamos. Y así, y así.

El significado que producimos en la lectura es una reconstrucción, en la medida en que ha sido construido previamente por el productor del texto, a través de cierta organización de la información por medio de oraciones o representaciones en lenguaje, y es reconstruido por el lector en el espacio de la lectura, a través de representaciones mentales. La reconstrucción (en lo que pensamos cuando leemos o revisamos el texto) se corresponde con lo que podemos llamar la comprensión, y esta es la clave que permite poder realizar una versión propia, personal, en un nuevo texto. Ese nuevo texto pone palabras a la reconstrucción de significado que hemos podido realizar. Poder hacerlo es el comienzo del aprendizaje que, en este sentido, puede ser llevado a cabo porque se pone nuevamente en lenguaje los significados comprendidos.

En este punto vamos a detenernos en la complejidad que ofrecen los textos que se nos proponen para encaminar la búsqueda de conocimiento.

El texto que nos proponen para su estudio forma parte de un problema, pero no es todo el problema: es sólo una parte, porque el problema está conformado por el desafío que enfrentamos a través de su lectura. El problema, así, contiene dos partes: el texto, y lo que debemos hacer con el texto (aprender determinados significados que se encuentran en él). La solución de ese problema será lo que nosotros hagamos con él. Repetirlo no será una solución, porque al repetir solamente estaremos identificando palabras o frases, pero no estaremos construyendo significado por nuestra propia cuenta. Es por ello que lo que importa es construir el significado a nuestro modo, en nuestro lenguaje, a partir de nuestra lectura.

Ahora bien, en cualquier proceso de formación los textos a través de los cuales intentamos llegar a la reconstrucción de significado para poder aprender, es decir, realizar una construcción personal del conocimiento, son más extensos y complejos que los que pertenecen al género discursivo de la noticia. Esta complejidad puede ser atendida realizando los mismos procesos pero por partes. Precisamente, es esta palabra, partes, la que nos puede proporcionar elementos para organizar el trabajo.

Un primer paso será el siguiente:



PASO 1
Dividir el texto en zonas de información, teniendo en cuenta que en cada una de ellas se desarrolla un aspecto diferente del significado global del texto.


En un texto de cierta extensión, aunque no muy largo, las distintas zonas pueden ser los párrafos. Así, si nos encontramos con un texto de doce párrafos, podemos considerar que estamos frente a doce zonas de información que se identifican separadas, gráficamente, como diferentes subtemas del tema principal.

En el texto siguiente podemos apreciar una organización en nueve párrafos o zonas. Antes de seguir, leámoslo.


El verdadero desafío de estudiar

Cuando nos dedicamos al estudio de una disciplina cualquiera, nos enfrentamos a un desafío importante: conocer el lenguaje de esa disciplina, para poder comprender lo que leemos en sus textos de estudio, y también para producir nuestros propios textos sobre temas de esa disciplina, ya sean orales o escritos. Es decir, tanto en los momentos en los que escribimos en un examen como cuando exponemos oralmente lo que sabemos, se involucran cuestiones de lenguaje.

No estamos hablando aquí de estudiar el lenguaje como lo hacen los lingüistas, ya que no es nuestro propósito. Hablamos de que todo lo que aprendemos, lo que decimos, lo que escribimos, lo que pensamos, viene organizado en un lenguaje determinado, que es el lenguaje que hemos podido construir para comunicar lo que sabemos: para comunicárselo a los demás, o a nosotros mismos (cuando pensamos). Por estas razones, antes de sentarnos a pensar cómo estudiar, qué métodos o recursos utilizar, tenemos que tener en cuenta que algo fundamental que se tendrá que resolver es la cuestión de cómo vamos a aprender el lenguaje que la disciplina que vamos a estudiar necesita para apropiarnos de los significados que contiene.

En definitiva, aprender, enseñar o estudiar, antes que nada, son situaciones de intercambio comunicativo. Esto quiere decir que son situaciones de encuentro entre seres humanos, que pueden estar presentes simultáneamente o no, en las que unos brindan a otros significados importantes de un ámbito disciplinar (la matemática, la física, la química, la biología, la lingüística, etc.). Y en esas circunstancias de encuentro, quienes enseñan en la clase o a través de los textos de los manuales que llevamos para leer en casa lo que hacen es poner a nuestra disposición ciertos significados fundamentales.

Esos significados se pueden expresar de muchas maneras posibles: no hay una sola forma de decir algo, sino que hay tantas formas de decir ese algo como personas que estén dispuestas a decirlo. Cada uno de nosotros tiene su propia forma de decirlo. Y quienes nos comunican el conocimiento que han alcanzado (es decir, los significados que han construido sobre una temática) lo hacen en las maneras particulares de decirlo de cada persona que lo enseña en el aula o lo escribe en un manual.

Los significados no son lenguaje, nunca serán frases que deban ser repetidas: son representaciones sobre cierta parte de la realidad que se construyen mentalmente.

Quien va a enseñarlos los construyó en su cabeza al interpretar esa zona de la realidad, y su objetivo, cuando trata de enseñarlos, es comunicarlos de una manera que pueda ser comprendida por su destinatario, para que este destinatario pueda construir mentalmente representaciones similares. El lenguaje con el que se comunican las representaciones mentales del significado, entonces, no forma parte del significado: es un instrumento utilizado para su comunicación.

Por esta razón, es fundamental que tengamos en cuenta que aprender no será nunca repetir el lenguaje que utilizó otra persona para comunicar un conocimiento, sino que tiene que ser una forma de comprender las representaciones de la realidad a través del pensamiento, como representaciones mentales. Cuando aprendemos, nuestro horizonte es construir en nuestra propia cabeza los significados, y montar una interpretación de una parte de la realidad que podamos comprender, que nos sirva para poder decir que entendimos qué es o cómo funciona algo. No importa si recordamos exactamente las palabras que se utilizaron cuando nos dijeron ese conocimiento, o cuando lo leímos en el manual. Importa lo más importante, que es organizar en nuestro pensamiento los significados para que luego podamos comunicarlo nosotros mismos, por nuestra cuenta, con nuestro propio lenguaje, sin copiar el lenguaje con el que lo conocimos. Importa, en definitiva, poder comprender para poder decir a nuestro modo lo que hemos comprendido.

En la medida en que seamos capaces de llevar a cabo estas operaciones (pensar por nuestra cuenta, independizarnos del lenguaje con el que contactamos con el conocimiento y poder decirlo a nuestro modo) estaremos listos para poder superar con éxito los desafíos de una carrera: entender de qué se trata y poder comunicar. Y cuando hablamos de comunicar, nos referimos a comunicarnos a nosotros mismos (cuando pensamos, cuando recordamos) y a los demás (cuando tenemos que dar cuenta de lo que sabemos y sobre si comprendimos o no, en una instancia oral o en un examen escrito).

Si tenemos en cuenta que lo que cuenta es, sobre todo, de qué se trata y de cómo lo entendemos particularmente según lo que sabemos, cualquier situación en la que tengamos que dar cuenta de lo que sabemos será sencilla, porque sabremos que sabemos de lo que hablamos, y no nos preocupamos por resucitar las palabras de otro para decirlo. Nos alcanza con nuestras propias palabras, las que siempre nos sirvieron para entender el mundo en que vivimos.


Hemos planteado, antes de proponernos la lectura, que cada párrafo (al que consideramos zona de información) es una unidad en la medida en que desarrolla un aspecto particular del tema general de todo el texto. En tanto unidad de información compleja que puede estar conformada por varias oraciones, el párrafo, entonces, puede ser la respuesta a un interrogante general. Para comprenderlo, para poder pensar en lo que le da sentido y unidad, nos podemos formular, para cada párrafo, un interrogante básico:


¿Qué nos quiere decir toda esta zona de información?


Cuando nos planteamos este interrogante, nos estamos preguntando por cuál es el significado que tiene toda esa zona de información, como una cierta unidad. Para poder llegar a ese significado, nos formulamos una pregunta distinta y particularizada para cada zona de información. Es pregunta es, nuevamente, como ya hemos visto anteriormente, la llave que nos puede permitir abrir el espacio de la comprensión, ése donde pensamos por nuestra cuenta, procesamos la información y tratamos de llegar al significado independizándonos de las palabras que contenía el texto.

Es decir, toda la zona de información (para nosotros, en este punto, el párrafo) puede ser identificada no sólo gráficamente (por el punto y aparte) sino también porque, en su conjunto, responde a una pregunta relativa que, en la lectura, todos somos capaces de construir.

Por esto, el siguiente paso a resolver en nuestro proceso de facilitar la comprensión para reconstruir significado en una experiencia de aprendizaje será el siguiente:


PASO 2
Formular a cada párrafo una pregunta globalizadora (una pregunta que nos permita globalizar, unir, generalizar toda la información que contiene).


En la siguiente transcripción del último texto que hemos propuesto para la lectura, indicamos, en una columna aparte, la pregunta globalizadora de cada párrafo. Es preciso aclarar que esas preguntas derivan de la particular manera de procesar la información, de leer, de cada persona, por lo que es posible que no existan preguntas exactamente iguales cuando se comparen los trabajos de distintas personas sobre el mismo texto. Sin embargo, es probable que sí sean similares desde el punto de vista del contenido, ya que todos las han elaborado pensando en el interrogante básico (¿Qué nos quiere decir toda esta zona de información?)


TEXTO:
El verdadero desafío de estudiar
PREGUNTAS GLOBALIZADORAS
Cuando nos dedicamos al estudio de una disciplina cualquiera, nos enfrentamos a un desafío importante: conocer el lenguaje de esa disciplina, para poder comprender lo que leemos en sus textos de estudio, y también para producir nuestros propios textos sobre temas de esa disciplina, ya sean orales o escritos. Es decir, tanto en los momentos en los que escribimos en un examen como cuando exponemos oralmente lo que sabemos, se involucran cuestiones de lenguaje.

No estamos hablando aquí de estudiar el lenguaje como lo hacen los lingüistas, ya que no es nuestro propósito. Hablamos de que todo lo que aprendemos, lo que decimos, lo que escribimos, lo que pensamos, viene organizado en un lenguaje determinado, que es el lenguaje que hemos podido construir para comunicar lo que sabemos: para comunicárselo a los demás, o a nosotros mismos (cuando pensamos). Por estas razones, antes de sentarnos a pensar cómo estudiar, qué métodos o recursos utilizar, tenemos que tener en cuenta que algo fundamental que se tendrá que resolver es la cuestión de cómo vamos a aprender el lenguaje que la disciplina que vamos a estudiar necesita para apropiarnos de los significados que contiene.

En definitiva, aprender, enseñar o estudiar, antes que nada, son situaciones de intercambio comunicativo. Esto quiere decir que son situaciones de encuentro entre seres humanos, que pueden estar presentes simultáneamente o no, en las que unos brindan a otros significados importantes de un ámbito disciplinar (la matemática, la física, la química, la biología, la lingüística, etc.). Y en esas circunstancias de encuentro, quienes enseñan en la clase o a través de los textos de los manuales que llevamos para leer en casa lo que hacen es poner a nuestra disposición ciertos significados fundamentales.

Esos significados se pueden expresar de muchas maneras posibles: no hay una sola forma de decir algo, sino que hay tantas formas de decir ese algo como personas que estén dispuestas a decirlo. Cada uno de nosotros tiene su propia forma de decirlo. Y quienes nos comunican el conocimiento que han alcanzado (es decir, los significados que han construido sobre una temática) lo hacen en las maneras particulares de decirlo de cada persona que lo enseña en el aula o lo escribe en un manual.

Los significados no son lenguaje, nunca serán frases que deban ser repetidas: son representaciones sobre cierta parte de la realidad que se construyen mentalmente.

Quien va a enseñarlos los construyó en su cabeza al interpretar esa zona de la realidad, y su objetivo, cuando trata de enseñarlos, es comunicarlos de una manera que pueda ser comprendida por su destinatario, para que este destinatario pueda construir mentalmente representaciones similares. El lenguaje con el que se comunican las representaciones mentales del significado, entonces, no forma parte del significado: es un instrumento utilizado para su comunicación.

Por esta razón, es fundamental que tengamos en cuenta que aprender no será nunca repetir el lenguaje que utilizó otra persona para comunicar un conocimiento, sino que tiene que ser una forma de comprender las representaciones de la realidad a través del pensamiento, como representaciones mentales. Cuando aprendemos, nuestro horizonte es construir en nuestra propia cabeza los significados, y montar una interpretación de una parte de la realidad que podamos comprender, que nos sirva para poder decir que entendimos qué es o cómo funciona algo. No importa si recordamos exactamente las palabras que se utilizaron cuando nos dijeron ese conocimiento, o cuando lo leímos en el manual. Importa lo más importante, que es organizar en nuestro pensamiento los significados para que luego podamos comunicarlo nosotros mismos, por nuestra cuenta, con nuestro propio lenguaje, sin copiar el lenguaje con el que lo conocimos. Importa, en definitiva, poder comprender para poder decir a nuestro modo lo que hemos comprendido.

En la medida en que seamos capaces de llevar a cabo estas operaciones (pensar por nuestra cuenta, independizarnos del lenguaje con el que contactamos con el conocimiento y poder decirlo a nuestro modo) estaremos listos para poder superar con éxito los desafíos de una carrera: entender de qué se trata y poder comunicar. Y cuando hablamos de comunicar, nos referimos a comunicarnos a nosotros mismos (cuando pensamos, cuando recordamos) y a los demás (cuando tenemos que dar cuenta de lo que sabemos y sobre si comprendimos o no, en una instancia oral o en un examen escrito).

Si tenemos en cuenta que lo que cuenta es, sobre todo, de qué se trata y de cómo lo entendemos particularmente según lo que sabemos, cualquier situación en la que tengamos que dar cuenta de lo que sabemos será sencilla, porque sabremos que sabemos de lo que hablamos, y no nos preocupamos por resucitar las palabras de otro para decirlo. Nos alcanza con nuestras propias palabras, las que siempre nos sirvieron para entender el mundo en que vivimos.



¿Por qué se involucran siempre cuestiones de lenguaje en cada experiencia de estudio?





¿Qué cuestión fundamental se debe atender al comenzar a transitar una experiencia de estudio de una disciplina?







¿Por qué puede decirse que tanto estudiar como enseñar o aprender son situaciones de intercambio comunicativo?






¿Por qué no hay una sola manera de expresar el conocimiento?





¿Qué son los significados?




¿Cuál es la relación entre el lenguaje y el conocimiento?








¿Qué es lo que realmente importa para aprender a partir de un texto en relación con las representaciones del significado y las representaciones en lenguaje de ese significado?









¿Cuáles son los principales desafíos al emprender el estudio de una carrera?







¿Cómo debemos expresar lo que hemos aprendido?





Como podemos ver en las preguntas que se han presentado para cada zona de información del texto con el que trabajamos, los interrogantes se han formulado según las necesidades que nos presenta el desafío de lectura al que nos enfrentamos con cada texto. Esto quiere decir que las preguntas se deben formular a partir del propósito de lectura con el que encaramos el texto, y eso, como ya sabemos, depende de cada texto y de la situación de comunicación en que ese texto adquiere sentido según lo que queremos o debemos hacer con él.

Una vez que tenemos formulados los interrogantes, podemos avanzar hacia el siguiente paso:


PASO 3
Armar una tabla en la que se coloquen todas las preguntas globalizadoras (obtenidas en el paso anterior) en una columna y, en otra, sus respuestas posibles, pero teniendo en cuenta que las respuestas no pueden ser copia textual del párrafo, sino una reformulación propia de la información, de la manera más breve y completa posible.


En este nuevo paso que vamos a dar, estaremos asumiendo el desafío de producir nuestras propias representaciones lingüísticas (nuestras propias oraciones) a partir de lo que hemos procesado mentalmente (en el espacio de la comprensión). Desde la perspectiva de la pregunta que apunta a lo global de cada zona, intentamos una repuesta como resolución de la problemática.

Así, cada respuesta que logremos hacer será una reformulación de la zona de información, ya que resultará de la operación de volver a formular (volver a decir) lo que ya estaba dicho, pero de otra manera: de un modo que tendrá las siguientes características: brevedad, completitud y personalización. Brevedad, porque aspiraremos a una expresión de menor extensión (preferentemente, a través de una sola oración). Completitud, porque pretenderemos que todo lo importante quede expresado en la respuesta. Y personalización, porque lo haremos con las palabras de nuestro propio lenguaje. Necesitamos apropiarnos de los significados, algo que ya hicimos cuando los procesamos mentalmente, para poder expresarlos de una manera diferente, particular de cada lector.



ZONA
PREGUNTA GLOBALIZADORA
RESPUESTA-REFORMULACIÓN
1
¿Por qué se involucran siempre cuestiones de lenguaje en cada experiencia de estudio?

Porque para conocer los contenidos de una disciplina cualquiera y para expresarlos debemos hacerlo a través del lenguaje.
2
¿Qué cuestión fundamental se debe atender al comenzar a transitar una experiencia de estudio de una disciplina?

La cuestión del lenguaje por el que se comunican los contenidos de esa disciplina.
3
¿Por qué puede decirse que tanto estudiar como enseñar o aprender son situaciones de intercambio comunicativo?

Porque son situaciones de encuentro entre seres humanos en las que se ponen a disposición de otros o de uno mismo ciertos significados.
4
¿Por qué no hay una sola manera de expresar el conocimiento?

Porque cada persona tiene su propia forma de comunicar lo que conoce.
5
¿Qué son los significados?
Son representaciones mentales de cierta parte de la realidad.
6
¿Cuál es la relación entre el lenguaje y el conocimiento?
El lenguaje no forma parte del conocimiento sino que es el instrumento que se utiliza para comunicarlo.
7
¿Qué es lo que realmente importa para aprender a partir de un texto en relación con las representaciones del significado y las representaciones en lenguaje de ese significado?

Lo que importa es comprender los significados a través de las representaciones mentales que se generan en la comprensión y generar nuestras propias representaciones en lenguaje de esos significados.
8
¿Cuáles son los principales desafíos al emprender el estudio de una carrera?

Comprender los significados y poder comunicarlos, tanto para uno mismo como para los demás.
9
¿Cómo debemos expresar lo que hemos aprendido?
Con nuestro propio lenguaje, a partir de lo que hemos comprendido, sin repetir las formulaciones de otra persona (el productor del texto).


            Una vez que tenemos resuelta esta operación, estamos listos para avanzar hacia el próximo paso:


PASO 4
Unir cada pregunta globalizadora con su respuesta para formar una oración. Esa oración será la idea principal de cada zona de información.


            Como paso previo a la escritura del resumen en el que vamos a representar sencillamente el contenido del texto, en este paso formularemos oraciones que se produzcan a partir de la unión entre cada pregunta con su respuesta. Cada una de las oraciones que resulten será una idea principal. Podemos definir, entonces, a la idea principal como la que se construye luego de una lectura atenta como reformulación breve pero completa de toda una zona de texto.

            Es probable que estemos acostumbrados a hacer una práctica que nos enseñaron como la de subrayar las ideas principales. En esa práctica, y en esa manera de nombrarla, hay dos problemas que suelen ser obstáculos para comprender y aprender a partir de los textos. Dichos problemas son:


1.    PRIMER PROBLEMA

Lo que aparece en el texto no son ideas sino oraciones. Es decir, formulaciones lingüísticas de ciertas ideas que pensó el productor del texto y luego tradujo en palabras.

Las ideas son construcciones que se realizan a través del pensamiento, suceden y se localizan en nuestra mente. No en el espacio de la página. Por eso, no se pueden subrayar las ideas: en todo caso, se subrayarían oraciones que, creemos, representan esas ideas. Pero ahí nos encontramos con el siguiente problema.


2.    SEGUNDO PROBLEMA

En los textos complejos de la vida social, en los de años avanzados de la escolaridad secundaria y, sobre todo, en los del nivel superior, las ideas principales de cada zona de texto no están explícitas, no aparecen marcadas en negrita para que nos demos cuenta de que toda esa zona de texto quiere decir eso, sino que nos encontramos con señales de significado que recorren distintas oraciones y, a veces, distintos párrafos, y con todas esas señales de significado los lectores que pensamos, que nos planteamos el problema de la comprensión del texto que estamos leyendo para aprender o para conocer, construimos mentalmente una formulación distinta de la idea que no estaba directamente dicha en la zona leída.

En este proceso, estamos aprendiendo a construir las ideas principales a partir de nuestro propio trabajo intelectual: por un procesamiento interno que lleve a formularla en nuestro propio lenguaje. Es por ello que pondremos en práctica los procesos de elaboración de formulaciones de las ideas principales, como lo mostramos en la siguiente tabla, que ha sido confeccionada con los datos obtenidos de la anterior:



ZONA
IDEA PRINCIPAL: PREGUNTA GLOBALIZADORA + RESPUESTA
1
Siempre se involucran cuestiones de lenguaje en cada experiencia de estudio porque, para conocer los contenidos de una disciplina cualquiera y para expresarlos, debemos hacerlo a través del lenguaje.

2
La cuestión fundamental que se debe atender al comenzar a transitar una experiencia de estudio de una disciplina es la del lenguaje por el que se comunican los contenidos de esa disciplina.

3
Estudiar, enseñar o aprender son situaciones de intercambio comunicativo porque implican el encuentro entre seres humanos en el que las que se ponen a disposición de otros o de uno mismo ciertos significados.

4
No hay una sola manera de expresar el conocimiento porque cada persona tiene su propia forma de comunicar lo que conoce.

5
Los significados son representaciones mentales de cierta parte de la realidad.

6
La relación entre el lenguaje y el conocimiento es la siguiente: el lenguaje no forma parte del conocimiento sino que es el instrumento que se utiliza para comunicarlo.

7
Lo que realmente importa para aprender a partir de un texto, en relación con las representaciones del significado y las representaciones en lenguaje de ese significado, es comprender los significados a través de las representaciones mentales que se generan en la comprensión, y generar nuestras propias representaciones en lenguaje de esos significados.

8
Los principales desafíos al emprender el estudio de una carrera son: comprender los significados y poder comunicarlos, tanto para uno mismo como para los demás.

9
Debemos expresar lo que hemos aprendido con nuestro propio lenguaje, a partir de lo que hemos comprendido, sin repetir las formulaciones de otra persona (el productor del texto).




            Ahora que contamos con las ideas principales de cada zona de texto, podemos unirlas a todas para formular nuestro resumen, como lo indica el siguiente paso:


PASO 5
Unir todas las formulaciones de ideas principales para conformar un nuevo texto. Para ello, tener en cuenta que puede ser posible tener que hacer algunos cambios para evitar repeticiones, o agregados para aclarar mejor algo que falte. También será necesario colocar los conectores necesarios para unir todas las reformulaciones en un todo coherente y bien armado.


El texto que podría conformarse, a partir del trabajo realizado en la última tabla, puede ser el que se muestra a continuación:



Siempre se involucran cuestiones de lenguaje en cada experiencia de estudio porque, para conocer los contenidos de una disciplina cualquiera y para expresarlos, debemos hacerlo a través del lenguaje. Por eso, la cuestión fundamental que se debe atender al comenzar a transitar una experiencia de estudio de una disciplina es la del lenguaje por el que se comunican los contenidos de esa disciplina.

Estudiar, enseñar o aprender son situaciones de intercambio comunicativo porque implican el encuentro entre seres humanos en el que las que se ponen a disposición de otros o de uno mismo ciertos significados. Los significados son representaciones mentales de cierta parte de la realidad, y no hay una sola manera de expresar el conocimiento porque cada persona tiene su propia forma de comunicar lo que conoce.

Entre el lenguaje y el conocimiento existe una relación, pero el lenguaje no forma parte del conocimiento, sino que es el instrumento que se utiliza para comunicarlo.

Lo que realmente importa para aprender a partir de un texto, en relación con las representaciones del significado y las representaciones en lenguaje de ese significado, es comprender los significados a través de las representaciones mentales que se generan en la comprensión, y generar nuestras propias representaciones en lenguaje de esos significados.

Por todo esto, los principales desafíos al emprender el estudio de una carrera son: comprender los significados y poder comunicarlos, tanto para uno mismo como para los demás. Además, debemos expresar lo que hemos aprendido con nuestro propio lenguaje, a partir de lo que hemos comprendido, sin repetir las formulaciones de otra persona (el productor del texto).



            Como podemos ver en el texto que hemos armado, se agregaron conectores (los marcamos en negrita para que resultaran más visibles), y también se cambió el orden de una oración (para identificarla, la hemos subrayado).

            Podemos pensar que, durante todo este proceso, hemos estado aprendiendo operaciones que pueden hacernos perder tiempo durante el período que tenemos para estudiar a partir de un texto. Todo lo contrario: hemos ganado un tiempo valioso que hubiéramos perdido tratando de memorizar oraciones del texto original, procesando sus significados a nuestro modo. Más que aplicar una metodología de tratamiento de textos, lo que hemos estado haciendo es, sencillamente, estudiar. Esto es: procesar mentalmente la información, reorganizarla, reformularla, hacerla nuestra: apropiarnos de ella. Es muy probable que el resultado de este trabajo sea, una vez que lo hemos terminado, un aprendizaje ya realizado.

            Para reorganizar la información, para poder volver a su tratamiento para reorganizarla, nos puede resultar productivo practicar un último paso, que expresamos de la siguiente manera:


PASO 6
Realizar un organizador gráfico de toda la información que aparece en nuestro resumen, de manera que puedan verse las relaciones entre los conceptos involucrados e interpretarse fácilmente desde su aspecto gráfico. En el momento de repasar, quizás solamente sea ese organizador gráfico lo que necesitemos para recordar todo lo realizado.











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