Nos preguntamos aquí sobre el alcance de las preguntas: es
decir, hasta dónde nos permiten avanzar en la búsqueda de información que ellas
facilitan.
Conviene,
para esto, que tengamos en cuenta alguna manera de considerar las distintas
preguntas posibles sobre una situación, para que podamos valorarlas según cuál
de ellas es la que más caudal de información nos lleva a organizar en la
elaboración de su respuesta.
Supongamos
que, ante un titular de periódico, se nos abren distintos interrogantes: no
todos los posibles porque, seguramente, algunas preguntas sobre lo sucedido ya
están presentes en el mismo titular. Por ejemplo:
Hallazgo arqueológico en zona rural de Garabato
Analicemos,
a partir del titular, los elementos de información con los que nos encontramos.
Vamos a organizar todos esos datos en tres conjuntos, que son los que engloban
aspectos de la información según su grado de relación con la comprensión de la
situación presentada. Esos tres conjuntos son:
1. Las
informaciones fundamentales para comprender la situación. Podemos considerarlo
como el núcleo básico de la comprensión
de la situación.
2. Las
informaciones del contexto, que aportan datos sobre las circunstancias en que
se realizó la situación. Podemos considerar a este conjunto como el de la ampliación contextual.
3. Las
informaciones explicativas, que permiten comprender por qué (la causa) y para
qué (la finalidad). Podemos considerarlo, en este caso, como el de la explicación para ampliar el nivel de
comprensión.
A partir de estos conjuntos de
datos, podemos tener en cuenta qué preguntas nos debemos formular para
obtenerlos. Así, nos podemos encontrar con las siguientes:
1. El
núcleo básico de la comprensión de
la situación
a. ¿Qué sucedió?
Esta pregunta se orienta hacia lo que, en líneas muy generales, podemos
definir como el hecho, aquello que
pasó. Nos llevará a encontrar el verbo que manifiesta ese hecho, y algún
complemento que ese verbo necesite para que se comprenda.
b. ¿Quiénes han sido los protagonistas?
Aquí ya lo hemos manifestado en la pregunta: estamos interrogando sobre
las personas que han sido sujetos del
verbo mencionado por el hecho.
2. La
ampliación contextual
a. ¿Dónde sucedió?
El foco está puesto en la circunstancia
de lugar.
b. ¿Cuándo sucedió?
El vacío definido se orienta hacia la circunstancia de tiempo.
c. ¿Cómo sucedió?
El foco está puesto en la circunstancia
de modo. Equivale a la pregunta: ¿De
qué modo se realizó el hecho?
d. ¿Con qué se realizó el hecho?
Se apunta hacia los medios o
instrumentos utilizados para el hecho.
e. ¿Con quiénes se realizó?
La pregunta apunta hacia las personas con cuya colaboración se llevó a cabo la situación principal.
3. La
explicación para ampliar el nivel de comprensión
a. ¿Por qué sucedió?
Apuntamos hacia la causa que
permite explicar la situación según otra situación que la haya generado.
b. ¿Para qué sucedió?
Cuando
nos podemos formular esta pregunta, estamos orientándonos a la finalidad con
que se llevó a cabo la situación.
De este modo, si volvemos al
posible titular con que hemos ejemplificado la puesta en marcha de todo este
proceso, podemos imaginar cuáles pueden ser las respuestas a los interrogantes que,
presumiblemente, encontraríamos en la lectura de todo el artículo periodístico
que lo desarrolle.
Así, las respuestas podrían ser,
por ejemplo, las que representaremos en la siguiente tabla. No olvidemos que
estamos inventando a partir de un supuesto artículo que, de tan supuesto que
es, no existe.
Texto:
Hallazgo arqueológico en
zona rural de Garabato
|
||
NÚCLEO
BÁSICO
|
1.
¿Qué sucedió?
|
El verbo es hallar.
Su complemento: ¿qué se halló? Restos arqueológicos.
Haría falta, para completar esta
búsqueda de información, describir en qué consistían esos restos arqueológicos,
ver por qué se los consideró de esa manera, etc.
|
2.
¿Quiénes hallaron los restos arqueológicos?
|
Los integrantes de un equipo de
investigación que realizaban trabajo de campo para un museo de una localidad
cercana.
|
|
AMPLIACIÓN
CONTEXTUAL
|
3.
¿Dónde hallaron los restos arqueológicos?
|
En un lugar de la zona rural que
circunda a la localidad de Garabato, que queda en el norte de la provincia
argentina de Santa Fe.
|
4.
¿Cuándo hallaron los restos arqueológicos?
|
En los últimos días del verano de
2018.
|
|
5.
¿Cómo hallaron los restos arqueológicos?
|
A través de una serie de
excavaciones que se orientaron por datos que fueron aportados por antiguos
textos que se encontraron recientemente.
|
|
6.
¿Con qué se trabajó para hallar estos restos arqueológicos?
|
Con picos, palas, brújulas,
elementos de medición del terreno.
|
|
7.
¿Con
quiénes se trabajó para hallar
estos restos arqueológicos?
|
Con personas que aportaron datos
sobre la ubicación de lugares claves mencionados en los textos que orientaron
la búsqueda, conocedoras de los nombres con que se conocían antiguamente esos
sitios, y con expertos de un centro de estudios arqueológicos que fue
convocado como auxiliar para llevar adelante los trabajos.
|
|
EXPLICACIÓN
|
8.
¿Por qué se hallaron los restos arqueológicos?
|
Porque habían supuesto quienes se
abocaron al estudio de grupos sociales que poblaron originalmente ese
territorio que deberían quedar restos de sus experiencias de vida debajo del
terreno actual, ya que conocían, también, que por causa de sucesivas
inundaciones que sufriera el terreno hubo en distintas oportunidades
operaciones de relleno que podrían haber dejado debajo las huellas que
persistieron en el tiempo de las personas que vivieran en el lugar siglos
atrás.
|
9.
¿Para qué se realizaron estas búsquedas que llevaron a
que se hallaran restos arqueológicos?
|
Para obtener información sobre
cómo sería la vida de quienes poblaron en tiempos muy antiguos esa zona, de
modo que se pudiera comprender qué sucedía normalmente en la vida en sociedad
de esas personas y, también, intentar alguna explicación sobre cuáles fueron
las razones por las que sus integrantes abandonaron el sitio.
|
De acuerdo con lo que hemos podido ver en la tabla anterior, y con el
objetivo de poder determinar el alcance de las preguntas, para poder establecer
algún criterio que nos permita ver cuáles nos permiten llegar bastante más allá
en la búsqueda, en la próxima tabla presentamos oraciones mínimas que puedan
responder adecuadamente a los interrogantes. Nuestra finalidad, al elaborar
esta tabla, es la de poder encontrar cuáles son las preguntas que nos permiten
saber más, decir más, encontrar más, comprender mejor.
¿Qué? + ¿Quiénes?
|
Integrantes de un equipo de investigación
de un museo hallaron restos arqueológicos que consistían en…
|
¿Dónde?
|
Integrantes de un equipo de
investigación de un museo hallaron restos arqueológicos en zona rural de Garabato, norte de Santa Fe.
|
¿Cuándo?
|
Integrantes de un equipo de investigación
de un museo hallaron restos arqueológicos en zona rural de Garabato a finales del verano de 2018.
|
¿Cómo?
|
Integrantes de un equipo de
investigación de un museo hallaron restos arqueológicos en zona rural de
Garabato, en el verano de 2018, a
través de una serie de excavaciones que se orientaron por datos que fueron
aportados por antiguos textos que se encontraron recientemente.
|
¿Con qué?
|
Integrantes de un equipo de
investigación de un museo hallaron restos arqueológicos en zona rural de
Garabato, en el verano de 2018, con
herramientas y elementos de medición.
|
¿Con quiénes?
|
Integrantes de un equipo de
investigación de un museo hallaron restos arqueológicos en zona rural de
Garabato, en el verano de 2018, con
personas auxiliares y expertos.
|
¿Por qué?
|
Integrantes de un equipo de
investigación de un museo hallaron restos arqueológicos en zona rural de
Garabato, en el verano de 2018, a través de excavaciones orientadas por
textos antiguos y con la ayuda de personas auxiliares y expertos, porque buscaban evidencias que
permitieran conocer a los pobladores originales del lugar, ya que se
orientaron por la hipótesis de que sus restos habrían sido cubiertos con el
tiempo por distintos rellenos de terreno debidos a las frecuentes
inundaciones del lugar.
|
¿Para qué?
|
Integrantes de un equipo de
investigación de un museo hallaron restos arqueológicos en zona rural de
Garabato, norte de Santa Fe, en el verano de 2018, a través de excavaciones,
con personas auxiliares y expertos, para
corroborar su hipótesis inicial.
|
Podemos ver
en el cuadro, resaltado en negrita, el alcance de cada una de las preguntas.
Cada una de ellas ha permitido alcanzar
cierta parte de datos que ampliaron la información, y podemos apreciar, a
través de las marcas gráficas, que algunas preguntas nos llevaron más allá que
otras.
Estas
operaciones, por supuesto, dependen de cómo leemos, qué conocimientos
anteriores tenemos sobre los hechos contados en el texto, y muchos otros
factores. Es muy probable que no siempre tengamos resultados exactamente
iguales en trabajos de distintas personas sobre el mismo texto.
Sin embargo,
a pesar de las diferencias que podamos encontrar entre distintas formas de
aplicarnos al trabajo, es posible que se den ciertas coincidencias, que ya
podemos apreciar en la última tabla. Si volvemos a verlas, nos daremos cuenta
de que las que más información nos han proporcionado sobre la comprensión global
de toda la situación han sido:
a) En
la ampliación contextual, la pregunta por el cómo.
b) En
la explicación, la pregunta por el porqué.
La primera de ellas nos llevaba a
la descripción del modo en que se dio la situación, y la segunda la explicó a
través de la causa. Podríamos decir, entonces, que la pregunta por el porqué y
la del cómo son las más productivas
para poder encontrar información de mayor alcance en textos que pueden
estar organizados como el supuesto artículo periodístico con el que estuvimos
trabajando, porque nos permiten encontrar mayor cantidad de datos que faciliten
la comprensión del hecho expresado en el núcleo básico.
No obstante, hay otra razón por
la cual también podemos afirmar esto último (que las preguntas por el cómo y por el porqué son las más productivas): porque, para responderlas (es
decir, para comprender), necesitamos involucrar, generalmente, a todos los
demás aspectos de la ampliación contextual, junto con los del núcleo básico de
la situación. Queremos decir con esto que, para elaborar bien la pregunta que
los lleve a clarificar el cómo y el porqué, debemos colocar
en la pregunta todos los datos que sean necesarios para representar el núcleo
básico y la ampliación contextual, de manera que el cómo o el porqué
puedan responder adecuadamente a los requerimientos de nuestro trabajo.
Las principales diferencias que
podemos apreciar, para este caso particular, entre las preguntas sobre el cómo
y el porqué, a partir del análisis de los resultados presentados en la tabla
anterior, pueden ser las siguientes:
· - El cómo nos permite “hacer entrar” en
la respuesta todos los datos fundamentales (el núcleo básico) y toda la
ampliación contextual.
· - El porqué nos permite “hacer entrar”,
en una respuesta completa, todos los datos fundamentales (el núcleo básico),
toda la ampliación contextual para, finalmente, incorporar una situación
adicional que nos facilite explicar toda aquella información, ofreciendo su
causa. Algo similar podría suceder con el para qué, con el que apuntaríamos a
la explicación por la finalidad.
En la comparación entre estos dos
interrogantes, sobre este posible texto en particular, podemos llegar a la
siguiente conclusión: si podemos
formular dos interrogantes que llevan a articular parte importante de la
información del texto, y esos interrogantes se orientan hacia el cómo y el porqué, el más “productivo” será el porqué, ya que nos “obligará” a introducir mayor cantidad de información
en la respuesta.
En todo este trabajo, debemos
tener en cuenta dos cuestiones importantes:
· - La
selección de la pregunta más “productiva” depende de cada texto en
particular.
Por ejemplo, puede suceder que el texto no
nos brinde información sobre el porqué,
pero sí sobre el cómo. En ese caso,
la pregunta que necesitaremos responder será la del cómo. En otros textos,
puede ser que la pregunta que debamos formularnos sea, por ejemplo: “¿Qué
es…?”, “¿En qué consiste…?”, etc.
· - El
objetivo es el de poder recuperar en nuestra memoria toda la información del
texto, expresada de la manera más sencilla y breve posible, pero de modo
completo, de manera que pueda ser comprendida fácilmente.
Por eso, cuando se trata de un texto que
cuente una pequeña historia, como suelen hacer las noticias, a través de una
sencilla oración podremos sintetizar todo su contenido. En otros textos el
trabajo será diferente, pero hemos decidido comenzar por el género discursivo
de la noticia, para familiarizarnos con las operaciones de construcción de
significado en la lectura, con objeto de aprendizaje.
Es fundamental que tengamos en
cuenta que el objetivo que perseguimos es el de incorporar en una respuesta
toda la información que resulte indispensable para comprender el texto que
hemos leído. La función que adquieren las preguntas, en este sentido, es la de
posibilitarnos un modo de exploración, un modo de búsqueda. Nuestro objetivo
consiste en obtener una versión breve, sencilla, de todo lo que hemos leído: un
resumen.
¿Por qué nos hemos dedicado a
realizar estas comparaciones entre el alcance que tienen las distintas
preguntas que nos podamos formular a partir de un texto que nos hayan
proporcionado para comprender y aprender un determinado significado?
Precisamente, porque lo que queremos encontrar es cuál puede ser, para un texto en particular, la pregunta (una pregunta,
única) que nos oriente a una respuesta con la que podamos resumir la mayor
parte del contenido del texto en una sola oración.
Esa pregunta que buscamos es la
que nos lleva a poder producir la idea
principal del texto. Es decir, el significado global, el que da coherencia
a todos los elementos que forman parte de este texto como unidad. Y esa idea
principal es, en definitiva, todo lo que necesitamos recuperar, en nuestra
memoria, para poder decir que hemos aprendido lo que el texto tenía para decir.
De este
modo, podemos considerar el conjunto conformado por la pregunta que nos lleva a
globalizar la información de un texto que hemos leído es el resumen que resulta
de nuestra lectura y que se realiza con nuestro propio lenguaje.
La siguiente versión breve del
supuesto texto que transcribimos a continuación ha sido tomada de la respuesta
a la pregunta por el porqué, ya que hemos considerado que era la pregunta más
productiva, en cuanto a que nos llevaba a retomar toda la información
importante del texto:
Integrantes
de un equipo de investigación de un museo hallaron restos arqueológicos en zona
rural de Garabato, en el verano de 2018, a través de excavaciones orientadas
por textos antiguos y con la ayuda de personas auxiliares y expertos, porque
buscaban evidencias que permitieran conocer a los pobladores originales del
lugar, ya que se orientaron por la hipótesis de que sus restos habrían sido
cubiertos con el tiempo por distintos rellenos de terreno debidos a las
frecuentes inundaciones del lugar.
Las ventajas de este resumen, en
cuanto al aprendizaje que podemos realizar a partir del texto que nos hayan
presentado, son dos: según la primera de ellas, tendremos una versión que se ha conformado desde lo que nosotros mismos hemos
comprendido; según la segunda, esa versión habrá sido conformada en nuestro propio lenguaje, ya que,
para realizarla, hemos utilizado nuestras palabras y no hemos repetido
oraciones del texto.
Podemos sintetizar una idea a
partir de la primera de estas ventajas: para
aprender, es necesario comprender, como paso previo. Y otra idea se
desprende de la segunda ventaja: para
aprender, es necesario expresar en nuestro propio lenguaje lo que hemos
comprendido.
Desde lo que hemos manifestado en
el párrafo anterior, se desprende una cuestión importante para el trabajo
intelectual, que consiste en aprender a partir de los textos con los que
contactamos en las experiencias de estudio: cuando intentemos responder las
preguntas que nos hemos formulado, deberíamos responderlas sin mirar el texto
de origen, para poder trabajar solamente en relación con lo que nosotros mismos
hemos comprendido; es decir, a partir de lo que hemos pensado.
En conclusión, podemos afirmar
que el aprendizaje de los contenidos de un texto no depende de las palabras que
ese texto contiene sino de lo que hayamos pensado mientras lo recorríamos. Cada
texto presenta información que sus productores han expresado en su lenguaje, y
que se desarrolla coherentemente a través de todo su desarrollo. Los lectores
realizamos el recorrido que se nos presenta a partir del texto, y avanzamos,
así, hacia la mayor comprensión que podemos hacer de su contenido. Esa
comprensión resulta clave para poder recuperar en nuestra memoria, cuando no
tengamos el texto original delante, lo que es más importante de él. Comprender
es producir por nuestra cuenta el significado fundamental del texto, a partir
de lo que hemos pensado durante la lectura, y no es recordar oraciones exactas
del texto, porque esas oraciones resultaron de la manera de expresar los
significados que tuvo su productor, quien lo escribió. Cuando pensamos, en el
espacio de la lectura, estaremos en condiciones de expresar a nuestro modo, con
nuestras propias oraciones, los significados del texto.
Es esto, precisamente, lo que
necesitamos tener en cuenta cada vez que se nos ofrezca un texto para aprender
algún significado que un texto desarrolla: producir significado propio a través
de representaciones mentales de sus contenidos para poder expresar de otra
manera, personal, con otras palabras, lo que hemos comprendido. Allí reside,
fundamentalmente, la clave para poder comenzar el camino de aprender, que
comienza siempre con el desafío de comprender.
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